Cuando los medicamentos se inyectan, pueden atacar la piel hasta tal punto que se produce una necrosis. El Baytril, por ejemplo, suele ser el desencadenante de la necrosis por inyección. La necrosis suele desarrollarse varias semanas después de las inyecciones, desarrollándose una costra redonda y dura en el lugar de la inyección, que se desprende cuando la piel de debajo se ha formado de nuevo. Entonces sólo se ve una calva. El tratamiento no es necesario, la zona se cura por sí sola sin problemas.

Prevención de la necrosis de la jeringa: Los antibióticos, que a menudo conducen a la necrosis de la jeringa, pueden inyectarse especialmente para prevenir la necrosis.

Cambie la aguja después de extraer el fármaco para que no queden residuos de la extracción del fármaco al pinchar la piel.

Algunos medicamentos pueden diluirse con NaCl, para que la piel los tolere mejor. El veterinario puede dar información al respecto. Esta dilución debe hacerse justo antes de la inyección.